1970 -2020 50 Años de Puro Sentimiento
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AÑO 1994: MOSTRANDO VALORES
Pero como no todo en la vida y tampoco en el deporte es honesto, en 1994 nos tocó poner a prueba nuestros valores y principios y demostrar de que estábamos hechos. Es un momento de la vida del Club que muy pocos conocen y es el siguiente:
Jugábamos en la División Superior. El asunto es que, de acuerdo con las Bases del Campeonato, aprobadas por todos los delegados de los clubes afiliados a la Liga de Basket Masculino, los clubes podían registrar máximo cuatro (4) transferencias, pases, de jugadores de la categoría mayores provenientes de otros clubs, lo cual obviamente a nosotros no nos afectaba, porque como dije anteriormente, SIEMPRE todos nuestros jugadores eran exalumnos o alumnos del Colegio, los que inscribimos en 1985 y los que posteriormente provenían de nuestras categorías promocionales.
Uno de los clubs, que tenía pretensiones de campeonar, violando las Bases del Campeonato inscribió a un quinto jugador recurriendo a una artimaña, con la anuencia del presidente de la Liga, que el año anterior fue presidente del club en cuestión.
No voy a detallar las diversas comunicaciones previas a ese partido, que cursamos, tanto al IPD de Arequipa y a la Federación Peruana de Basketball, haciéndoles conocer de esta irregularidad, debidamente documentada. A la fecha del partido no respondieron.
En ese momento, éramos penúltimos en la tabla de posiciones y necesitábamos los puntos.
Nos tocaba jugar, en el Coliseo Municipal, el último partido de esa fecha con el club infractor. Nuestros jugadores eran en su mayoría exalumnos que estudiaban en la universidad y dos o tres alumnos del Colegio. Algunos jugadores sabían del asunto y las gestiones realizadas, pero desconocían el resultado.
En el camarín, como siempre, el grupo era muy pero muy joven, nuestro promedio de edad era más o menos de 19 años; les expuse la situación y en la disyuntiva que nos encontrábamos: ser parte de la criollada y la pérdida de valores o nos revelamos contra ello.
Les pedí que dieran su opinión al respecto y tomáramos una decisión. La mayoría hizo uso de la palabra, mientras el delegado de turno tocaba insistentemente la puerta del camarín y nos pedía los carnés de cancha para registrarlos en la planilla de juego, en tanto que los árbitros del partido hacían sonar ruidosamente sus silbatos.
En una decisión UNANIME, decidimos no jugar y perder por W.O. y tampoco jugar el partido amistoso, lo cual nos obligaba a pagar una multa adicional. Hice constar esa decisión en la planilla de juego.
Recuerdo, que luego se me acercó el presidente de la Liga para preguntarme por lo sucedido. Se lo expliqué y le dije: “Mire coronel, -porque era miembro de la policía nacional-, por seguro bajaremos este año, pero el próximo año regresaremos y en un par de años seremos campeones de Arequipa y su club desaparecerá porque no tiene categorías menores”.
No, no soy pitoniso.
¡Ah!, la Liga, seguro por vergüenza, no nos cobró multa alguna, eso sí... bajamos de categoría.
Que orgullo haber compartido parte de mi vida con muchachos de ese nivel moral; sé que hoy, todos ellos son tremendas personas y seres humanos.
A la fecha de escribir estas líneas y recordar este hecho, han pasado la friolera de!! 25 años!!, se me ocurrió comunicarme con algunos de esos “chiquillos” que estuvieron en el camarín aquella noche y preguntarle que significó para ellos lo sucedido y que piensan hoy al respecto.
Beto Flores Gutiérrez, Promoción Inmaculada 1985 me respondió lo siguiente:
“Ya lo leí y recordé todo... en verdad éramos unos niños inmaduros... desde luego fue muy duro en ese momento porque no entendíamos la dimensión de lo que era un fraude y de ser cómplices de ello con el silencio o la indiferencia... con el tiempo entendí que la dignidad está por encima de todo; lo que paso en ese camerino fue una gran lección a pesar de la mediática frustración de no salir a jugar (con las ansias q significaban en esa época jugar) y peor aún por perder la categoría ... ese hecho revela mucho; más que partidos ganados o momentos de talento técnico y/o físico.
En verdad UN ORGULLO haber sido dignos por algo que considerábamos justo. Gracias por tremenda lección ... que solo con el tiempo -al menos yo- puedo entender y valorar”.