SAN JOSÉ Jesuitas Arequipa

Local actual

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Escrito por
Colegio San José de Arequipa

El colegio San José de Arequipa es una obra apostólica de la Compañía de Jesús de confesión e identidad católica. Forma integralmente personas libres, justas y autónomas para el servicio a los demás, especialmente a los más pobres y necesitados, aplicando el Currículo Común Ignaciano basado en el desarrollo de las dimensiones de la persona en coherencia con las propuestas educativas regionales y nacionales. 

Desarrolla una gestión de calidad focalizada en el logro de aprendizajes integrales de los estudiantes, trabajando proyectos educativos interdisciplinares, fortaleciendo el aprendizaje de un idioma extranjero; la instalación de una cultura de investigación y ecoeficiencia; promoviendo la ciudadanía y la convivencia democrática. 

Establece alianzas estratégicas, trabaja en red y comparte las buenas prácticas constituyéndose así, en una comunidad que aprende y se compromete con la transformación de la realidad.

HISTORIA 

EL COLEGIO DE SANTIAGO ( 1573 - 1767 )

Colegio de Santiago se llamó el primer colegio que fundaron los Jesuitas en Arequipa. Dicho nombre fue en honor a Don Santiago Hernández Hidalgo, gran bienhechor de la Compañía de Jesús. Los colegios jesuitas en aquella época eran totalmente gratuitos por lo que necesitaban del aporte económico de bienhechores para su funcionamiento. El colegio de Santiago abrió sus puertas en 1578; sin embargo, la idea de fundar un colegio Jesuita en la Ciudad Blanca nace años antes. Así, en 1573 desde Cusco habían venido a predicar la Cuaresma los PP. José Acosta y Luis López, acompañados por el Hno. Gonzalo Ruiz, peruano, natural de Moyobamba. Fue tal el fruto espiritual cosechado, que antes de retornar a la Ciudad Imperial ambos jesuitas recibieron la petición de fundar un colegio de Jesuitas en Arequipa. Fue entonces que se hizo una primera colecta y se reunieron 17000 ducados para la fundación. Sin embargo, como en todas las obras de la Compañía de Jesús, surgió pronto la contradicción. El Virrey Toledo al enterarse de dicha fundación se opone resueltamente y ordena clausurar el colegio recién incoado. Pero el virrey no había contado con el carácter arequipeño. Es así que la población se manifiesta y el pueblo se amotina contra Toledo. Y por ironías del destino, el encargado de reprimir la revuelta y desterrar a los Jesuitas de Arequipa es el Capitán García de Loyola, sobrino de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas).

Las protestas llegaron a la Corte de España. El Rey Felipe II destituye al Virrey Toledo y nombra sucesor a Don Martín Enríquez. El Virrey entrante da una provisión autorizando el funcionamiento del Colegio de Santiago y en 1581 los Jesuitas reinstalados en el reciente colegio se dedican plenamente a la enseñanza. El Colegio ocupaba la manzana contigua al actual Templo de La Compañía. Los Claustros de la Compañía que actualmente atraen al turismo en nuestra ciudad eran parte del Colegio de Santiago. Aproximadamente catorce años después, en 1595, se inicia la construcción de la actual Templo de La Compañía. Los cimientos tardaron un año. Casi cien años después de comenzado el templo, en 1690, se cierran sus bóvedas. Hoy día los únicos recuerdos que nos quedan de aquel Colegio son los Claustros del Templo de La Compañía. La expulsión de los Jesuitas por el Rey Carlos III en 1767 suprimió de un plumazo los 15 colegios Jesuitas en el Perú. Entre ellos quedaba clausurado el Colegio de Santiago. Habría que esperar casi 140 años antes de tener a los Jesuitas de regreso en Arequipa.

SANTA MARTA ( 1898 - 1901 )

En los diferentes viajes que el P. Ildefonso del Olmo, Vice-Provincial del Perú y residente en la ciudad de Lima, tuvo que hacer a Bolivia para visitar el Colegio de La Paz se veía obligado a descansar tanto a la ida como a la vuelta en Arequipa. En esas idas y vueltas, el Padre Provincial de los Jesuitas siempre era invitado a abrir un colegio jesuita en la Ciudad Blanca.

El P. Ildefonso del Olmo llevó la petición de la población arequipeña al P. Superior de la Misión del Perú y luego al mismo Padre General, Luis Martín. Ellos decidieron aceptar la propuesta una vez que contaran con la ayuda generosa de un grupo respetable de caballeros de la ciudad entre los que se encontraban D. Alejandro y D. Eduardo López de Romaña, D. Mariano Belaunde, D. Manuel García Calderón, D. Pedro José y D. Manuel Bustamante y Barreda. El mismo P. del Olmo, así como el P. Plácido Hurtado que vino de La Paz y el Hno. A. Agote llegaron en noviembre de 1897 para iniciar los trámites del nuevo colegio jesuita en Arequipa. Ellos se hospedaron por más de 15 días en el convento de la Recoleta, rodeados de caridad y solicitud.
 
Al año siguiente se alquiló una casa en la Plazuela de Santa Marta, la llamada casa de Montesinos, esquina al callejón de Santa Rosa. Es entonces que ¡Había nacido el Colegio de San José! Pero, ¿Por qué llevaba ese nombre? En realidad se trató de un equívoco. Uno de los colegios de Ecuador obsequió dos óleos: uno para el Colegio de La Paz y otro para el que debía establecerse en Arequipa, pero al rotularse los paquetes hubo una confusión de direcciones, remitiendo a esta ciudad el cuadro de San José destinado a La Paz. La reclamación subsiguiente del Colegio de La Paz no valió ante el entonces Vice-Provincial, P. Ildefonso del Olmo S. J., quien creía que el equívoco había sido obra de la providencia, pues, el Colegio de Arequipa llevaría el nombre de San José, celebrando la apertura el día de su fiesta.

MELGAR ( 1902 - 1935 )

Alma del Colegio de San José en esta primera época de Melgar fue sin duda el P. Nicanor S. Palomino, que dejó un recuerdo y un influjo imborrable en cuantos le conocieron. Natural de Acarí, provincia de Caravelí.

Antes de ingresar a la Compañía de Jesús fue Rector del Seminario de Santo Toribio en Lima.
 
Durante la Guerra del Pacífico, el P. Nicanor actuó como capellán del Ejército Peruano, distinguiéndose por su labor y patriotismo en bien de las tropas, tanto nacionales como del enemigo a quienes atendió espiritualmente. El P. Nicanor llegó al colegio San José en 1898 cuando apenas había sido fundado. El P. Nicanor fue profesor de la Promoción de 1903 desde el Primer año de Media hasta el Quinto. Vivió con fama de verdadero Santo y falleció en 1925 en su querida tierra de Arequipa. El cuerpo del P. Nicanor permanece incorrupto en el Panteón de los Jesuitas en el cementerio de La Apacheta.
 
Resulta curioso recordar que el fútbol entró en Arequipa debido a la iniciativa del P. Alfredo Bernard S.J., francés, apenas fundado el colegio San José allá por los años de 1898. El primer partido fuera de los límites de nuestros propios alumnos, fue concertado con el Colegio de la Independencia, en el canchón del Colegio de Santa Marta. La victoria correspondió al Colegio San José.
 
En 1935, siendo Rector del colegio San José el P. Salustiano Lucas, el Colegio tuvo que cerrar sus puertas por falta de personal y recursos económicos. Gracias a repetidas e insistentes súplicas al Santo Padre y al Padre General de los Jesuitas de parte de un grupo de exalumnos entre quienes destacaron el Sr. Presidente de la República D. José Luis Bustamante y Rivero, el Colegio fue reabierto en 1948, con 56 alumnos matriculados en el mismo local de la calle Melgar. Por una feliz coincidencia esto ocurría al cumplirse 50 años de la fundación. El P. Pedro Cano Pérez S. J. fue el primer Rector del colegio San José en esta nueva etapa.

ALFONSO UGARTE ( 1956 - .... )

La necesidad de modernizar la propuesta educativa llevó al cambio de local en la Avenida Alfonso Ugarte, camino a Tingo, dando inicio a una nueva etapa que dura hasta nuestros días.

La historia del colegio San José en los últimos cincuenta años ha estado ligada a los cambios y transformaciones que han sufrido la Iglesia, Arequipa y el Perú. De manera especial se dejó sentir el interés -no sin tensiones- por la formación social de los alumnos para el cambio social. Es así que desde 1952 y por más de veinte años la comunidad del Colegio San José sostuvo el Instituto Comercial Nocturno Gratuito.
 
Con respecto a la presencia de los Padres Jesuitas, cabe destacar que a comienzos de los años sesenta el territorio sur del Perú comienza a ser atendido por los Jesuitas de la Provincia de Chicago. Esto explica por qué el Colegio durante años es asistido por Jesuitas norteamericanos. Luego de diez años, a comienzos de los setenta, el territorio sur vuelve a ser administrado por la Provincia Peruana, la cual había sido refundada recientemente.
 
Durante aquellas décadas han sido muchos los laicos y Jesuitas que han pasado por el colegio San José. Entre los Jesuitas podemos destacar a Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio S.J., Arzobispo de Arequipa; Monseñor Manuel Prado Pérez Rosas S.J., Arzobispo de Trujillo; el Hno. Bonifacio Lorenzo S.J.; los PP. Kevin Gallagher S.J., Roberto Beckman S.J., Juan Foley S.J., Francisco de la Aldea S.J., Miguel Angel de Benito S.J., Juan Luis Lazarte S.J., Vicente Gallo S.J., Javier Quirós S.J., Patricio Casey, S.J., Saturnino Vásquez Carranza, S.J.,  Carlos Rodríguez Arana, S.J. y Juan Carlos Gutierrez Merino S.J.
 
Desde 1898 la trayectoria del colegio San José ha sido conducida bajo la inspiración de San Ignacio de Loyola, buscando siempre el mejor servicio a la Mayor Gloria de Dios, AMDG.
 
Después del Primer Centenario (1998), el colegio San José no es más el pequeño colegio de antaño. Hoy es una comunidad educativa de Jesuitas y laicos que se encuentran en la misión común de formar hombres para y con los demás. Durante más de cien años el colegio San José se ha mantenido vigente, ha crecido y busca responder a las exigencias de la sociedad contemporánea brindando una educación de calidad, centrada en la persona de Jesucristo y fiel al Magisterio de la Iglesia Católica bajo la inspiración de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas). 
 
AlumniSJ
Administrador

«Ser el principal y mayor punto de encuentro de todos los Antiguos Alumnos Jesuitas del Perú y del Mundo, así como de los Alumnos, familiares, colaboradores y amigos de todas las instituciones educativas y obras jesuitas alrededor del mundo»... es nuestro mayor sueño.

Creemos que un Mundo Mejor es posible, seguimos el camino de San Ignacio a través de su deseo de “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”, tratamos de ser verdaderos y dignos discipulos de Jesús, amigos, hermanos y compañeros de Jesús, siguiendo su ejemplo , el “hombre para los demás” por excelencia, que con su palabra y su ejemplo nos enseñó la fuerza transformadora del amor.